Primer encuentro
Bella POV
Mi madre me llevó al aeropuerto con las ventanillas del coche bajadas por que tenía un cigarro encendido en la mano y ella sabe que el humo del cigarro me provoca nauseas. En Phoenix la temperatura era de 24 grados y hacia un sol radiante y hermoso tal y como a mi madre y a mi me gusta.
En el estado de Washington, al oeste del estados unidos existe un pequeño pueblecito llamado forks, allí llueve mas que en cualquier otra parte del mundo. Mi madre escapó de ese lugar conmigo cuando yo tenía apenas unos meses de nacida para realizar su sueño de ser una actriz de cine; pero no lo logro y tubo que trabajar de camarera un casino de Las Vegas.
Luego de muchos años de sufrimiento consiguió trabajo de profesora de jardín de niños y ahí consiguió a su nuevo esposo Phil, la razón por la que e exilio a fork. Ella se caso hace algunos meses con el (que es jugador de béisbol profesional y viaja mucho, así que ella quiere viajar con el por que como es mas joven que ella, y mi madre tiene miedo de que el la deje por alguien mas joven)
Ella me miro con sus grandes ojos azules, y por un momento tuve un ataque de pánico, ¡¿como iva a dejarla que se quedara sola, a ella que es tan “cariñosa” caprichosa y tremendamente atolondrada?!; Pero como ya he dicho ahora tiene a Phil. Que será su compañero y la cuidara de ella (claro como ya se caso de mi compañía), por lo menos, creo yo. Tendrá comida en el refrigerador y gasolina en el coche.
Mire a mi hermano (si, y digo hermano por que aunque ustedes no lo crean tengo un hermano). Dylan, que es una año mayor que yo; pero nos parecemos tanto que las personas piensan que somos gemelos. El se ira la el próximo domingo; por que como esta en su último año del instituto tiene que hacer varios tramites adicionales. Mi querido hermano me abrazó y me dijo:
-No te preocupes estaré ahí el siguiente lunes-
La verdad que creo que la única razón por la que se queda es por que quiere renovar su closet y como ya no voy a estar puede ir de compras toda la siguiente semana ( a el le encantas ir de compras) si en fork encontrara a una chica como el que le encantan las compras, (no se tal vez una familia de vampiros buenos que solo cazan animales para sobrevivir y que uno de ellos sea el mas joven y que sepa leer la mente menos la mis por que yo tengo una especie de escudo y también que tenga dos hermanas una de ellas vanidosa y que me odie y la otra adicta a la compras, un padre doctor y una madre cariñosa. Ja ja ja que cosas digo, seguro me afecto el humo del cigarro de mi madre, pensé) seguro que serian buenos amigos (solo amigos), no creo que se interese de alguna otra manera, jamás le conocí novia alguna; supongo que esta buscando la indicada, alguien fresa como el (si dije fresa, ¡mi hermano es fresa!). Me soltó de su abrazo y entonces mi madre me dio un abrazo que mas que de despedida parecía de alivio, bueno que puedo hacer ella esta locamente enamorada de Phil.
-No tienes que hacerlo bella- me dijo madre.
-Es que quiero ir- siempre se me daba dado mal eso de mentir; pero la había dicho con tanta frecuencia que ya me salía con mas naturalidad.-
-Llámame cunado quieras volver- me dijo: pero en sus ojos veía el sacrifico que significaba esa promesa.
-Estaré bien mamá y además Dylan estará conmigo la próxima semana
-Esta bien- dijo resignada y con cierto alivio- Saluda a Charlie de mi parte-
-Lo haré. Adiós mamá, adiós Dylan, nos vemos la próxima semana y llévame algo de ropa por sabes que no tengo mucha de invierno-
-Está bien- dijo Dylan a regañadientes al ser descubierto
Para llagar a Forks tenía que hacer un vuelo de cuatro horas desde phoenix a siathe, de ahí una hora en avioneta a Port Ángeles y una hora en coche hasta Forks, no me desagradaba volar; pero pasar una hora con Charlie no me parecía muy divertido, la verdad que ninguno de los dos era muy hablador que digamos. Charlie me abrazo torpemente en la grada del avión con una mano y con la otro agarraba mi equipaje.
-Que gusto me da verte- dijo sin poder ocultar su entusiasmo- ¿Como esta rene?-
-Hola papá- no me atrevía a llamarlo charlie a la cara- Mamá esta bien, te manda saludos.
Me condujo hasta donde estaba estacionado un coche de patrulla y no me sorprendió, para las buenas personas de Forks charlie era el jefe de policía Swan. Metió todas mis cosas en el maletero, (todo entro sin problemas) una vez dentro del auto dijo:
-Localicé el auto perfecto para ti y muy barato-
Esto me sorprendió, yo tenía en mente comprarme un coche, me negaba rotundamente a la idea de que charlie me llevar al instituto, no hay nada mejor para bajar la velocidad que un coche con luces rojas u azules en el techo y esa era la principal razón; tenia mis ahorros (que eran muy escasos) y esta noticia pudo haberme animado; pero desconfié la manera que dijo el coche perfecto para ti en ves de decir solo el coche perfecto. Así que le pregunte
-¿De donde lo conseguiste?
- Te acuerdas de Billy Black.
-No- respondí-
-El que vivía en la push- (La push es una reserva india cerca de la playa)
Ah! Con razón no me acordaba, se me daba bien olvidar recuerdos desagradables, Charlie me había abandonado varias veces con las gemelas (hijas de Billy) mientras ellos se iban de pesca y nunca nos pudimos hacer amigas por que todas éramos demediado tímidas para hablar.
-Bueno ahora esta en silla de ruedas por lo que no puede conducir y accedió a venderme se coche por una ganga-
-¿De que año es?- pregunte
-Bueno hija, Billy le ha hecho grandes arreglos al motor y la verdad no esta tan viejo.-
-¿Cuándo lo compro?- Volví preguntar
-En 1974-
-¿Y era nuevo entonces?-
Parecía que quería evitar ese tipo de preguntas justamente.
-No, creo que era nuevo a principios de los 60 o a fines de los50
-¡Por favor papá no se nada de coches y no puedo permitirme pagar un taller y a demás……¡-
- Nada de eso Bella el trasto funciona bastante bien, de hecho hoy en día no los fabrican tan resistentes-
Trasto. Repetí para mis adentros, bueno al menos tenía opciones de apodo.
-No debiste hacerlo.-
-Bueno hija ya lo he comprado, y además es tu regalo de bienvenida quiero que te sientas a gusto en forks- de repente se calló charlie era como yo a la hora de expresar sus sentimientos lo había heredado de el.
-gracias- dije mirando por la ventana.
Nos quedamos callados la mayor parte del camino, solo hablamos del clima que era siempre muy húmedo y básicamente esa fue toda la conversación.
Charlie estaciono el coche de patrulla frente a una casa peque de y que conocía muy bien.
En la entrada estaba estacionado mi nuevo vehiculo (nuevo para mi; por que se notaba que era muy antiguo) y para mi enorme sorpresa me encantó, en vehiculo era de un rojo desvaído con una cabina de aspecto bulboso y de guarda barros grandes además era de hierro sólido, de esa clase de vehículos que ves en un accidente con la pintura intacta y con los restos del coche extranjero.
Solía pasar aquí un mes cada verano hasta que cumplí los catorce años e impuse que mi voluntad y por eso los últimos 3 años Charlie había ido a pheonex las dos semanas de vacaciones que le daban en su trabajo. Llevar mis cosas dentro de la casa solo requirió de un solo viaje; por que tenían poco equipaje. Subí por las gradas a mi cuarto (el que siempre había sido mio desde que yo era bebé.) tenía el mismo aspecto que yo recordaba, era de color verde azulado, con ventana que tenía una cortinas con encajes de color amarillo en las paredes tenía unos posters del dinosaurio Barney (ese dinosaurio que tanto miedo me daba cuando era niña; también habían una luces que parecían foquitos de navidad ¡¿pero quien decoro esto?! Parece el cuarto de una chica que sale en una película, probablemente una saga, que de seguro es la primera y no tenían muchos recursos para contratar a alguien que hiciera un mejor trabajo que este! Ojalá que en la segunda película, cuando tengan más recursos cambien de maquillista y de directora de esenografía.
Acomode mis cosas en el armario de madera de pino, Luego lleve mi neceser al baño y me di una ducha de agua caliente. Esa noche no dormí bien, ni siquiera cuando deje de llorar, el ulular del viento no me dejaba conciliar el sueño.
A la mañana siguiente me levante muy cansada, mire por la ventana y observe que afuera todo estaba cubierto por una espesa neblina, la imagen me provoco claustrofobia baje sin muchas ganas a desayunar, deje mi plato en el fregadero y me fui a enfrentar mi primer día de instituto.
No fue difícil encontrarlo como todos los edificios importantes de Forks, se encontraba junta a la carretera. Me estacione un una plaza del estacionamiento del instituto y fui hacia las puertas de vidrio (lugar donde se encontraba una recepcionista) creo que era la señora Cope o me estoy confundiendo con la recepcionista de algún libro muy conocido que lo hicieron película. No creo.
-Buenos días, soy Isabella Swan-le informe.
-Hola cariño, espera un momento-busco unos papeles y saco uno- Aquí tienes, es el comprobante de asistencia has que te lo firmen todos tu maestros y toma esta son las clases que te corresponden y este es en mapa del colegio subraye las rutas mas optimas que puedes tomar para encontrar tu salón. Que tengas un buen día-
-gracias-
Me dirigí nuevamente al estacionamiento y me di cuenta que se había ido llenando poco a poco.
Sono la campana y todos se acomodaban en sus lugares, todos me miraban cono si fuera algo raro; pero para mi buena suerte (cosa rara en mi; por que por lo general la surte suelo esquivarme) nadie se animaba a hablarme, hasta que un chico flaco y larguirucho con la cara llena de granos que tenía aspecto de ser miembro del club de ajedrez me tiro una bola grande de papel ( aunque creo que lo hizo sin querer) que impacto en mi cabeza, todos mis compañeros se me hicieron la burla. Ah! Maldito nerd dije para mis adentros, la hora paso rápidamente mi siguiente clase era de historia con jefferson, ahí su animó a hablarme un chico rubio con cara de niño y con unos ojazos celeste como el cielo que nunca se ve en este condenado pueblo; pero no le di mucha importancia por que algo me decía que iva a conseguir algo mejor en ese pueblo, no se tal ves un vampiro sexy que sienta una atracción espacial por mi sangre pero después se de cuenta que soy el amor d su vida; pero no podamos estar juntos por que el no quiere que yo pierda mi alma y Lugo después de muchos luchas y sufrimientos m}nos casemos y yo quede embrazada y…….basta me dije a mi misma, y me obligué a desechar esos pensamientos entupidos.
-Eres isabella Swan ¿verdad?- me pregunto el chico de ojos azules
-Solo Bella-
-Hola me llamo Mike newton- dijo un poco entusiasmado.- ¿te ayudo a buscar tu siguiente clase?-Me dijo
-Creo que podré encontrarla, es en edificio seis-le respondí
-Yo voy al cuatro, podemos ir juntos-
Para mi sorpresa Mike resulto ser una persona agradable, el al igual que yo venia de un lugar donde había sol y también le costo acostumbrarse al cambio de clima
En el edificio seis, en mi clase de español conocí a una chica bajita de pelo negro y crespo que la hacían ver más alta de lo que en realidad era, aunque no recuerdo su nombre. Nos dirigimos a la cafetería por que ya era la hora del almuerzo, nos sentamos en una mesa que ya estaba ocupada, me presento a todos los que se sentaban ahí; olvide sus nombres enseguida. Y ahí estaba yo, tratando de entablar conversación con siete completos extraños. Hablaban de cada cosa, era como si no estuviera ahí, las chicas se contaban su vida y los chicos hablaban de fútbol, me daba ganas de levantarme y decirles que tengan un poco de respeto; por que soy nueva y tienen que comprender que a mi no me interesan sus vidas en los mas mínimo. Estaba apunto de levantarme para irme, sentada en la silla gire sobre si misma para levantar mi mochila que estaba en el respaldar cuando los vi por primera vez eran cinco, todos eran pálidos y ojerosos parecía que todos tuvieran anorexia o bulimia por que no charlaban ni comían. Eran dos chicas y tres chicos.
Las chicas eran dos polos opuestos una era rubia y escultural, con un cuerpo que bien podría trabajar en la revista play boy (y también por la cara de zorra que se gastaba). Y la otra que era más pequeña y delgada. Con el cabello corto y en puntas con cada una en una dirección diferente (parecía que quien quiera que le haya cortado el pelo lo haya hecho bajo influencia del alcohol).
Los hombres parecían sacados de una revista de modelos uno de ellos en mas musculoso (que parecía estar en la universidad) tenía en pelo negro y rizado le dedico una sonrisa a la cara de zorra, algo me decía que no nos íbamos a llevar bien. El otro mas alto que los otros dos ero rubio; pero igual de musculoso, y el tercero era el mas joven, de pelo despeinado de color bronce, parecía ser el mas joven de todos y también el que parecía tener un cuadro critico de anorexia o bulimia por que era el mas delgado de todos y tampoco comía nada de su plato (aunque estuviera lleno)
Me di la vuelta y le pregunte a mi compañera de alado.
-¿Quiénes son ellos?
Ella volcó y miro en mi dirección donde la apuntaba y dijo:
-Son Emmet, Edward y Alice Cullen. Los rubios son Rosalie y Jasper Hale; pero no pierdas tu tiempo con ellos, andan juntos, me refiero a Rosalie y Emmet y Alice y Jasper, todos son hijos adoptivos de doctor Cullen y su esposa.
-¿Son nuevos? No parecen de por aquí-de ser así los recordaría de una de mis visitas a fork
-No, se mudaron de algún lugar de Alaska hace dos años-
-¿Quién es el chico de pelo cobrizo?- cuando pregunte esto, el volcó como si le hubieran llamado.
-Ese es Edward Cullen y es guapísimo obviamente; pero nadie parece ser suficiente para el-Dijo esto como si estuviera resentida por algo, me pregunto cuando la abarría rechazado, esta idea mi hizo sonreír; como si tuviera mas posibilidades con el.
-¿Y todos viven juntos?
- Si viven fuera de la cuidad, no me preguntes donde por que no conozco, una vez trate de seguirlos pero me perdi ese Edward conduce como un loco, lleve a mi casa con dos neumáticos desinflados
Continué observando esos rostros tan diferentas; pero a la vez tan parecidos, en una de esas observaciones mi mirada se encontró con la del joven de pelo cobrizo que observaba con cara de frustración, (bien ya sabe que existo, ya tengo más posibilidades).
Los cinco se levantaron al mismo tiempo y abandonaron la cafetería. Me quede sentada hasta el final del almuerzo con Jessica y sus amigos (mencione que me acorde de los nombres de mis compañeros por que los de los Cullen me resultaron anticuados, y no le parece que todo esto ya lo hayan vivido antes; pues a mi si) luego tenía biología, algo me decía que esta clase me iva a encantar. Camine por el pasillo tan concentrada en como hacer una buena entrada en esta clase que se me olvido que Ángela estaba a mi lado.
Cuando llegamos a la puerta ella se fue directo a sentarse al lado de un compañero ¡pero que suerte Edward Cullen se sentaba solo en un asiento y todos ya estaban sentados. Solo faltaba yo. Me prepare para modelar y hacerle una pasarela espectacular; pero se me atoro el pie en la gamba de la puerta y tropecé la chica que estaba sentada detrás de el se rió de mi. Evite caerme y fui sin ninguna clase de entrada hacia donde se encontraba el profesor; pero cuando pasaba justa por el ventilador (y aunque no se por que lo enciende si aquí siempre hace frío. Otro error ojala que si hacen una película de mi vida, no haya esta clase de errores) Edward Cullen se puso rígido en su asiento. Esto me descontrolo, yo quería que mire; pero no de esa manera, con esos ojos suyos inyectados de odio. El profesor me ordeno que me sentara en el asiento que hasta hace una momento quería locamente sentarme; pero ahora dada las circunstancias no quería hacerlo.
Me sentó a su lado y el se apoyo lo mas lejos que pudo de mi, se volvió a un lado, como si algo apestara ¡ahora lo entiendo, debí haberme bañado esta mañana después de desayunar esa cosa rara que charlie cocinó, toda la casa tenía un olor raro, si eso debe ser.
Deje caer mi cabello para que hiciera una pantalla; pero cada vez que podía echaba un vistazo a Edward Cullen, no me había dado cuenta que tenia los ojos negros como el carbón.
El timbre sonó y Edward Cullen abandonó la sala antes que cualquier otro estudiante.
-Oye ¿Le clavaste el lápiz a cullen o que?-esa pregunta de Mike me hizo pensar mucho, ¡así que ese no era el comportamiento habitual de Edward Cullen.
- ¿Te refieres al chico que se sentó aquí al lado mio?- esa pregunta pareció alegrarlo, que no le haya dado importancia a Edward.
-Es un tipo raro en verdad ¿que clase tienes ahora?
-Gimnasia y creo que podré encontrar el camino-
-Yo también ¿vamos juntos?
-Claro-
Esa clase de gimnasia fue particularmente (aunque yo odio esa asignatura. En pheonex solo llevábamos dos años de gimnasia y aquí era obligatorio en los cuarto cursos) buena por que el entrenador clap, un hombre un poco pasado de peso para enseñar esa asignatura no me obligo a hacer ningún deporte.
Terminada esa clase me dirigí a la oficina de administración para devolverle a la señora Cope mis comprobantes firmados. Abrí la puerta y Edward cullen estaba ahí ¿Qué no había otro lugar donde pudiera estar que tenía que estar justo en el lugar que yo tendría que estar?; pero detuve en seco mis quejas cuando escuche el motivo por el cual estaba ahí. Estaba tratando de cambiar su clase de la sexta hora de biología por otra, cualquier otra. No seguro se había dado cuanta de que le estaba hachando el ojo y quiere asegurarse de que no lo moleste. No; pero ¿quien? Estaba a punto de acercarme a el y decirle que no l molestaría; pero que no lo haga, y de repente se abrió la puerta y entro una chica, dejo unos papeles y en la mesa y se fue; pero cuando abrió la puerta entro una corriente de aire que me alboroto todo el pelo y Edward Cullen se volvió a poner rígido y con cara de asco como si algo apestara. ¡Ay ya lo recuerdo, es ese desayuno que me dio Charlie, desde mañana yo me encaro de las comidas!
Edward se volvió hacia la recepcionista y le dijo con voz contenida; pero amable:
-Buenos ya veo que no puede ayudarme muchas gracias- y salio como lo hizo en la clase d biología
Me acerque al mostrador donde antes estuvo parado Edward, entregué mi comprobante, todavía estaba aturdida
-¿Cómo estuvo tu primer día cielo?- me pregunto la señora Cope
-Bien- fue lo único que pude articular y ella por supuesto que no se la creyó.
¿Esta segura? Te noto pálida-
-Si estoy bien- le respondí- gracias- y salí de ahí como pude, me dirigí al estacionamiento y entre en mi coche que por muy raro que parezca me pareció un lugar seguro.
-Se fuerte- me dije a mi misma- Espera hasta que llegues a casa y ahí puedes volver a llorar. Encendí el motor y me dirigí a casa intentando controlarme en todo el camino, estaba tan mal que casi atropello a un perro; pero fui muy fue llegué a mi hogar subí a mi habitación y ahí llore (aunque no supe de que) y también esa noche no pude dormir por el ulular del viento en mi ventana
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